viernes, 29 de marzo de 2013

Ya nunca tendrás la sensación de estar a tres metros sobre el cielo.

Siempre hay un momento en el que el camino se bifurca, cada uno toma una dirección pensando que al final los caminos se volverán a unir. Desde tu camino ves a la otra persona cada vez más pequeña. No pasa nada, estamos hechos el uno para el otro, al final estará ella, pero al final sólo ocurre una cosa, llega el puto invierno.

Y de repente te das cuenta que todo ha terminado. Ya no hay vuelta atrás, lo sientes, y justo entonces intentas recordar en qué momento comenzó todo y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas...mucho antes...y es ahí justo en ese momento cuando te das cuenta de que las cosas sólo ocurren una vez, y por mucho que te esfuerces, ya nunca volverás a sentir lo mismo, ya nunca tendrás la sensación de estar a tres metros sobre el cielo.


martes, 5 de marzo de 2013

Los lazos invisibles que nos unen a nuestra familia.

Un hogar es ese sitio con techo y paredes que te resguardan cada día del sol y de la lluvia. Es ese sillón desde donde en invierno sientes el calor de la chimenea, y en verano, la brisa fresca que entra por la ventana. Un hogar, es esa escalera con la que tropiezas con una sonrisa. O esos pasillos donde los juguetes tienen vida propia. Pero un hogar es mucho más que un puñado de habitaciones.
Son los momentos que vives en ellas, cuando tu hijo tiene miedo y le ayudas a dormir leyéndole un cuento, o cuando una niña que está sola en el mundo te dibuja como parte de su familia.
Y no hace falta tener lazos de sangre para crear un hogar, cuando menos te lo esperas, todos esos momentos crean otros lazos, invisibles, pero indestructibles.
Como cuidar con cariño los unos de los otros, ayudar a quien lo necesita sin pedir nada a cambio. O apoyarse los unos a los otros. Juntos. Unidos como un equipo. En los buenos momentos y en los malos.
Porque hasta en los peores momentos, esos lazos te dan fuerza para seguir hacia delante. Para apretar los dientes y aguantar para pensar que si sales de esta, podrás volver al hogar.
A veces la vida nos deja fríos e intenta alejarnos de casa. Pero si sigues pensando en los tuyos, mantener vivo el calor del hogar, es algo imposible.
Tienes que mirar a los ojos del otro cuando tiene miedo para darle tranquilidad. Tienes que tragar saliva y pelear aunque te pase factura, porque ningún precio es demasiado alto si consigues lo que más te importa en la vida. Tienes que esforzarte y salir adelante sin rendirte.
Aunque haya gente que no entienda tu lucha, que intente a toda costa que no avances.
Si haces todas estas cosas tu hogar siempre permanecerá vivo, porque un hogar no son unos cuántos metros cuadrados, ni unas bonitas vistas, ni los felpudos de bienvenida.
Un hogar son los lazos invisibles que nos unen a nuestra gente y eso aunque lo intenten, no lo puede destruir nadie.

viernes, 1 de marzo de 2013

Vive tu vida como tú quieras, no como los demás digan.

Mírate al espejo y sonríe todos los días.
Repite cada mañana "Valgo mucho y puedo con todo".
No te dejes pisotear por la gente que te envidia.
Si intentan undirte, tú SONRÍE, el enemigo lo odia.
Valora a la gente que te demuestra que siempre está contigo.
No te ralles si está conectado y no te contesta.
Si te quiere, te habla.
No permitas que nadie robe tu tiempo.
Aprende a decir "NO".
Que nadie decida por ti.
Recuerda: Tu vida es TUYA. Y sólo tú decides cómo vivirla.